No solemos presentar las plantas que se nos mueren. En los foros acaso pedimos ayuda urgente, con foto incluida de hojas mustias, de cualquier Phalaenopsis sin nombre. Pero las plantas de coleccionista, caras y menos frecuentes, difíciles de conseguir si no vives cerca de un productor, las que son exigentes en su cultivo – esas plantas solo aparecen en portada cuando están en flor, espectaculares, llamativas y sobre todo: vivas.
Hemos de asumir que la primera razón para la pérdida de una planta – tanto las especiales como las ‘del montón’ – se debe al mal cuidado por nuestra parte. Posibles ‘colapsos mesofílicos’, ‘raíces encharcadas’ o las temidas ‘infecciones fúngicas y víricas’ son tan solo síntomas secundarios. La falta de atención o de conocimientos por parte del aficionado son las razones que paulatinamente han llevado a que se debilite esa planta que finalmente perderemos presa de una infección oportunista y secundaria.
Contra eso no hay fitofármaco que valga.
Pero si hay otras muchas cosas que podemos hacer.
Empezamos antes de adquirir nuestra orquídea: ¿Qué planta escogemos y dónde la compramos?
Cada planta, cada orquídea tiene ciertas necesidades vitales específicas, según su origen. Para algunas – las que tienen una distribución amplia incluyendo regiones con (micro)climas diversos – estas condiciones buenas para su crecimiento son amplias. Otras en cambio, adaptadas a un entorno específico, requieren de estas condiciones específicas para poder sobrevivir en cultivo.
Las plantas no se adaptan a nuestras condiciones – somos nosotros los que tenemos que adaptar el lugar de cultivo a las necesidades de nuestras plantas.
Elegiremos las plantas a las que nosotros nos podamos adaptar.
Independientemente de donde vivamos siempre es preferible adquirir nuestras plantas en un vivero especializado. Con esto nos aseguraremos en gran medida que las plantas no provengan de extracciones ilegales. Además de que plantas extraídas directamente de la naturaleza son difíciles de cultivar, las especies de orquídeas terrestres y epífitas están protegidas por ley, tanto a nivel nacional como por regulaciones internaciones (CITES). Para híbridos no existen estas restricciones.
Los híbridos suelen ser mucho más vigorosos que las especies – para los que comienzan con la afición ¡son la mejor opción!
Al comprar en mercados, grandes cadenas o incluso en floristerías tenemos que tener en cuenta, que no sabemos cuánto tiempo y bajo qué condiciones – pésimas en luz y ventilación, eso es seguro – han estado las plantas en los mostradores y previamente en los contenedores del transportista. Es frecuente que estas plantas pierdan los pimpollos o incluso que pierdan la floración y alguna hoja cuando lleguen a casa. Envueltas en plásticos, y con nula ventilación, cualquier hongo se siente a gusto. Marcas redondas y negras en las hojas, lunares grises en las flores, son los característicos daños.
Al pedir plantas por catálogo – internet – hay que extremar las cautelas. Como novat@ jamás pediremos plantas a través de plataformas de venta online. La probabilidad de pifiarla son inmensas! Hay grandes productores de orquídeas en muchos países, hay pues en dónde elegir de forma segura y a buenos precios. Cuántos menos intermediarios haya hasta que la planta llegue a nuestra casa, mejor. Más fresca la planta y por lo general, el precio también será el mejor comprando directamente al productor.
No nos dejemos engañar por las fotos en internet: solo elegiremos plantas que podamos cultivar! Por muy bonita que sea la foto de alguna planta tropical – si no podemos ofrecer condiciones tropicales, la perderemos inevitablemente.
Siempre es aconsejable leer cuanto uno pueda leer y empaparse de información antes de comprar. Hoy en día internet proporciona la herramienta casi perfecta para acceder a toda la información necesaria. Lamentablemente internet no solo da acceso a la información, sino en mayor medida a la desinformación: cualquiera puede publicar, sin necesidad de probar la veracidad de lo publicado, cualquiera puede ‘copiar y pegar’ sin citar las fuentes.
Este trabajo de contrastar la información nos toca a nosotros.
¿Como hacer semejante tarea, de la que antes se ocupaban las editoriales?
Pues a) volviendo a los libros o b) buceando aun más en internet comparando cuántas más páginas mejor. Dando preferencia a páginas y entradas en los foros que tengan un mínimo de rigor científico y comparando las mismas (!) páginas de alguna wiki pero en distintos idiomas, poco a poco conseguiremos distinguir la paja del grano.
Luego toca creerse lo leído y hacer caso … y si casi todos coinciden que los Paphiopedilum prefieren la penumbra, pues …
Los parámetros de cultivo – temperatura, luz, humedad relativa, ventilación, agua – no se pueden sustituir por abonos o fitofármacos.
Λ